La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) ya lo adivinó hace unos días; invitamos a una serie de personalidades nacionales y extranjeras a conocer in situ las condiciones de trabajo de los guardias civiles, y la problemática real de la inmigración irregular, en la frontera de Ceuta y Melilla para que nadie hablara de un tema tan sensible con frivolidad o irresponsabilidad. Ninguno de los invitados ha recogido el guante de venir a patrullar con los agentes y vivir los asaltos de inmigrantes, pero son varios los que han demostrado su desconocimiento real de la situación por las declaraciones efectuadas.
Es muy imprudente que un Diputado Nacional diga que 15 inmigrantes «han muerto tiroteados» por los guardias civiles; decimos imprudente porque si no estuviese penalmente protegido por su condición hablaríamos en otros términos.
Es también muy imprudente que la Defensora del Pueblo diga que la actuación de los guardias civiles era «legal pero no prudente»; las ganas de ser políticamente correcto y no desairar a los de su partido le lleva a abandonar injustamente a los guardias civiles olvidando que también son parte de «su Pueblo».
Es todavía más imprudente que la Comisaría de Interior de la Unión Europea en declaraciones a una radio sueca, donde ella suponemos tiene intenciones políticas futuras, acuse a los guardias civiles de homicidio o asesinato; imprudente, irresponsable e injusto. También estaba invitada a conocer la valla, está a tiempo todavía antes de que ocurra una nueva tragedia en la que ella, por su condición actual, también es responsable.
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) no puede admitir que a cientos o miles de kilómetros de Ceuta y Melilla, sin conocer la realidad del problema, ignorando el duro y peligroso trabajo de los guardias civiles, desde la comodidad de la moqueta y el salón, y con la alegría de hablar ante su público, se acuse a los guardias civiles de la muerte de inmigrantes. Por favor, sus cargos exigen por lo menos un mínimo de responsabilidad, demuéstrenla o hagan otra cosa.
La solución al problema que España sufre como frontera exterior de la Unión Europea se le está exigiendo a un grupo de guardias civiles cuya misión es proteger dicha frontera y a los que además, desde diversos sectores con responsabilidades de nuestro país se está criticando y recriminando su actuación. Pero este no es un problema nuevo, ya en el año 2005 Ceuta y Melilla sufrieron asaltos masivos a la valla, y las actuaciones de la Guardia Civil con material antidisturbios fue defendida por el partido gobernante en aquel momento.
Sólo en el último mes han burlado el perímetro fronterizo vallado de Melilla más de 400 inmigrantes irregulares, cuatro veces más que en el mes de enero. Peligrosamente nos aproximamos a las cifras del año 2005, y gracias al EFECTO LLAMADA que los Medios de Comunicación y la tibieza de nuestros representantes están provocando con su actitud ante el problema de Ceuta y Melilla, nos veremos próximamente abocados a vivir de nuevo los asaltos masivos a la valla del 2005, y mientras tanto, las redes de tráfico de personas frotándose las manos al otro lado de la valla y los guardias civiles sufriendo agresiones: esta mañana, la Dirección General de la Guardia Civil ha informado que un guardia civil ha sido agredido en por un inmigrante cuando ayudaba a un grupo atrapado en la valla de Melilla. ¿Hasta dónde llegará esta escalada?
Por otro lado, desde el mes de septiembre de 2013 las interceptaciones de inmigrantes irregulares en Ceuta han sido prácticamente testimoniales en comparación con otros años, y sin embargo, desde el mismo mes las cifras de interceptaciones en Melilla no dejan de aumentar, consecuencia del efecto llamada que se produce al conseguir los inmigrantes irregulares su propósito de alcanzar las Ciudades Autónomas con la esperanza de ser trasladados a la Península.
Madrid, 28 de febrero de 2014