Los presupuestos presentados hace unos días por el Ministerio del Interior para la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía son totalmente injustos, y castigan y marginan a la Guardia Civil en beneficio del cuerpo hermano, hermano rico.
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), que siempre se ha caracterizado por defender los intereses personales y profesionales de los guardias civiles de manera seria, objetiva y acorde con las leyes y la razón, no puede estar de acuerdo ni aceptar que esos presupuestos se materialicen en la dura realidad.
Desde APROGC entendemos que en estos momentos debe haber mesura y contención en la administración de los dineros públicos, incluso alguna restricción, pero se deben administrar esos recortes de manera inteligente, justa y proporcional a las circunstancias de cada organismo. No vamos a incidir, por estéril, en la distribución de recortes entre los distintos ministerios, y nos ceñiremos al presupuesto del Ministerio del Interior (MIR) y la Secretaria de Estado de Seguridad (SES), de donde ambos cuerpos policiales dependen.
No es admisible, por injustificado, que el presupuesto de la SES aumente en casi medio punto (0,47), y ese aumento no sea compartido de manera equitativa por ambos cuerpos, todo lo contrario, evidenciando el primer agravio: el presupuesto de CNP aumenta en 115 millones (+ 3,65), y el de GC disminuye en 58 millones (-2,06). Se establece una diferencia que repercutirá muy negativamente en los intereses personales y profesionales de los guardias civiles. Los guardias civiles no se merecen eso, los policías tampoco.
Hay que saber que actualmente en España contamos con algunos miles más de guardias civiles que de policías nacionales. En lo referente a reposición de personal (ingreso de nuevos agentes) se evidencia más gravemente el desequilibrio a favor del CNP. En el año 2011 ingresaron el mismo número de agentes de uno y otro cuerpo (227 y 228) lo cual ya era injusto si tenemos en cuenta que cada año dejan de trabajar, por pase a la reserva, más guardias civiles que policías. Pero en este año 2012 ingresarán 191 guardias civiles y 270 policías, se mantiene casi la misma cifra global pero en una distribución todavía más desproporcionada. El desequilibrio sigue aumentando en detrimento de los intereses de la Guardia civil y los guardias civiles.Pero además, ese recorte real de personal que van a sufrir las plantillas no afecta igual al funcionamiento de ambos Cuerpos; un recorte de agentes en una comisaría de Policía implica que funcione aunque a menor ritmo, pero en un Puesto de la Guardia Civil puede llegar a hacerlo inoperativo, como en realidad ya está ocurriendo. El despliegue territorial y la articulación de las unidades del Cuerpo es muy distinto a los del Cuerpo Nacional de Policía; los recortes que se impongan a ambos Cuerpos no pueden ser proporcionales a sus plantillas sino que tiene que reconocer la especificidad y despliegue de ambos. La mayor atomización del despliegue territorial del Cuerpo tiene que condicionar (y limitar) el recorte de funcionarios respecto a aquellos recortes que se hagan con el cuerpo hermano.
Y donde todavía es más humillante para los guardias civiles el diferente tratamiento que se nos dispensa es, una vez más, en el tema salarial. ¿Cómo es posible que el CNP reciba más dinero -2800 millones de euros- en concepto salarial que la GC -2380 millones de euros- cuando son unos cuantos miles menos? Los actuales gobernantes, y todos los anteriores, prometieron alguna vez que se equipararían y evitarían las diferencias salariales entre guardias civiles y policías. No entramos a valorar factores como la eficacia en el servicio, la dispersión territorial, la penosidad del trabajo ni el reconocimiento ciudadano a uno y otro cuerpo (donde todavía habría mayores motivos para reclamar un trato distinto, y una mayor diferenciación a favor de los guardias civiles), tan solo comparamos cifras frías e impersonales, y tenemos que decir alto y claro que NO ES JUSTO ni merecido.
Algunos aspectos menores de esos presupuestos resultan sorprendentes: que se vayan a comprar unos diez vehículos para reponer en un año una flota de más de 18.000. Por muchas reparaciones que se hagan, habrá una disminución efectiva e importante de vehículos disponibles para la prestación del servicio. Por consecuencia, seremos menos eficaces que en la actualidad, ya que el vehículo es necesario y fundamental debido a la diseminación geográfica de la Guardia Civil. O que se pretenda destinar (la Asociación Pro Guardia Civil se ha manifestado en contra de recibir cualquier cantidad) 300.000 euros para subvenciones a las asociaciones, y menos de la mitad a la citada compra de nuevos vehículos.
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), en defensa de los intereses de los guardias civiles y la Guardia Civil reclama un trato digno y justo. No podemos admitir que los presupuestos presentados sean definitivos, y vamos a intentar corregirlos porque ello es de justicia. Solicitamos que el MIR (y SES) vuelvan a analizar el conjunto de los presupuestos y redistribuyan los mismos siguiendo criterios de equidad y justicia acordes con lo que aquí exponemos; que los Diputados, vía enmienda total o parciales, corrijan los desequilibrios que se les presentaron para estudio y aprobación; y que el resto de Asociaciones Profesionales de los guardias civiles se sumen a estas iniciativas e intenten evitar los desequilibrios que perjudican claramente a los guardias civiles (es ahora el momento de posicionarse públicamente aunque vaya en contra de los intereses de algunos de sus socios, los sindicatos policiales).