Desde la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) queremos felicitar al nuevo Ministro del Interior D. Jorge Fernández Díaz, y le deseamos sinceramente los mayores éxitos en su gestión.
Debe saber nuestro nuevo ministro que APROGC defiende decididamente la necesaria armonización de la evolución de la Guardia Civil con la preservación de su acreditada eficacia, prestigio, naturaleza militar, principios morales y los valores tradicionales que han acompañado a la Guardia Civil durante los 167 años de su historia, y por eso es hoy la institución policial española más valorada.
Desde APROGC le afirmamos nuestra leal colaboración para que la Guardia Civil siga manteniendo los valores expuestos, y modernizándose para cumplir con su deber con el fin de que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos y deberes con libertad, garantizando la seguridad ciudadana, con las altas cotas de eficiencia que lo ha venido haciendo a lo largo de su historia. Esta leal colaboración no estará exenta de las reclamaciones que estimemos adecuadas para la satisfacción de los intereses sociales, económicos y profesionales de los guardias civiles.
Es nuestro deber y responsabilidad citar al nuevo Ministro del Interior los cinco grandes asuntos que debería tener en cuenta desde sus primeras decisiones:
– Reafirmación de la importancia capital de la Guardia Civil para el Estado de Derecho como Institución policial más valorada por la sociedad.
– Desaparición de la Dirección General Conjunta Policía y Guardia Civil, ejerciendo aquellas funciones la Secretaría de Estado de Seguridad.
– Nombramiento de un Director General de la Guardia Civil profesional, un guardia civil, con el empleo militar correspondiente como ocurre en otros cuerpos policiales europeos similares al nuestro.
– Reconocimiento de nuestra labor policial, con la exigencia de unas retribuciones justas y comparativamente equitativas con otros cuerpos policiales nacionales, autonómicos y locales.
– Optimizar el despliegue territorial de la Guardia Civil, analizando los factores demográficos, delincuenciales y de organización del Cuerpo para dotar a todos los puestos de la necesaria eficacia y operatividad.
Otro sinfín de asuntos menores, pero de enorme trascendencia para los guardias civiles, esperan para posteriores intercambios con la persona que asuma directamente la dirección del Cuerpo que, insistimos, esperamos sea un profesional de la Guardia Civil.