¡BASTA YA!

Son demasiadas cosas, demasiados desprecios, demasiado ataques a los guardias civiles, que salen gratis.

En APROGC decimos BASTA YA.

El tiro al facha o día del inútil, o como se denomine, que se llevó a cabo en la localidad de Etxarri Aranatz (Navarra), un acto de claro hostigamiento, desprecio y odio a los guardias civiles. Pero no hubo motivos suficientes para evitar que se celebrara.

El acoso a los guardias civiles en Oñate (Guipúzcoa), y a sus familias en sus casas, tendiendo que ser protegidos por la Ertzanintza. La mofa, el insulto… Se sigue celebrando cada año.

Recientemente el “Ospa Eguna” en Alsasua (Navarra), a pesar de diversas denuncias, no se aprecian motivos para su suspensión. No hay delito de odio. No hay antecedentes graves. Salvo continuos hostigamientos, algunos asesinatos, agresiones… Este acto se enmarca en la estrategia de los amigos, defensores y herederos de los terroristas que cometieron esos asesinatos. En el cartel se puede ver la representación de una figura lanzando una granada de mano contra la imagen de dos guardias civiles. Pero no hay odio. En Alsasua, precisamente donde un numeroso grupo, una manada, de amigos de los etarras, acorralaron y agredieron a dos guardias civiles y a sus novias, todos indefensos, por el único motivo de ser guardias civiles que, en franca minoría, sufrieron una brutal paliza, que sin duda hubiera llegado a más si no hubiera sido por la actuación decidida de la Policía Foral, que les salvaron la vida. Y aún hay quien discute que se tratara de un acto terrorista motivado por el odio.

Pero no solo es en el País Vasco y Navarra.

También en Ceuta y Melilla, la frontera sur de Europa, que deben vigilar y proteger los guardias civiles. También son objeto de agresiones por quienes, desesperados, pretenden acceder a una vida mejor, alentados y dirigidos por mafias que se están lucrando con un comercio humano. Hace unos días en Ceuta, a finales del mes de julio en Melilla.

Pero no solo en el País Vasco, Navarra, Ceuta o Melilla. En cualquier parte del territorio se producen agresiones a los guardias civiles por el simple hecho de cumplir con su trabajo. Y quien agrede tarda menos en estar de nuevo en la calle que el guardia civil al que han agredido ser curado de sus heridas, en los casos más favorables, o salga del hospital, en los casos más graves.

A los que tienen la misión constitucional de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana, defender a los ciudadanos y prestarles auxilio en casos de calamidad, deben ser a su vez defendidos: con la leyes, jurídicamente y con medios materiales.

No es posible que agredir a quienes deben proteger a la sociedad salga tan barato o incluso gratis, que quien se enfrente a un agente de la autoridad sepa que aunque le agreda, no le pasará nada, o casi nada.

Es necesaria una reforma legal que refuerce la seguridad jurídica de los encargados de garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales.

El Ministro del Interior y nuestro Director General, ¿qué dicen? No les hemos escuchado decir nada en defensa de los guardias civiles en todos estos actos de agresiones.

Y a los guardias civiles, ¿qué? Falta de medios, algunas instalaciones del siglo pasado y del anterior, sin reconocimientos al trabajo bien hecho (sin condecoraciones), …

Aunque como dice nuestra cartilla, solo nos es permitido esperar un recuero de gratitud, que desde luego, alimenta el espíritu y nuestra propia satisfacción. Sabemos que tenemos el respeto y el agradecimiento de la sociedad en general, de los ciudadanos a los que servimos, y eso, para nosotros, es lo que nos anima a seguir cumpliendo con nuestra obligación.

Pero necesitamos más. Ya.

BASTA YA.

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