Respetada Directora.
De unas semanas a esta parte, estamos viendo como vilipendian a la Institución a la que pertenecemos, sin más argumentos que la desgraciada coyuntura temporal en la que unos casos abiertamente públicos, y ya judicializados de corrupción, están sacudiendo a determinados miembros de partidos políticos, con la presunta colaboración de unos componentes del Cuerpo; y otra serie de desencuentros formales y administrativos en los que varias unidades de la Guardia Civil han acometido obras aprovechando mil y una circunstancias cuyo nexo de unión radica en que, en algunas partes del territorio nacional, se han visto envueltas algunas de las empresas que han actuado en el otro caso, y que en numerosas ocasiones no han tenido otra opción u oferta.
Estos deleznables hechos, casualmente, están saliendo a la luz a la vez y, la mayor parte de los segundos, en particular y solo siguiendo las noticias filtradas a través de medios de comunicación, son de hace varios años. ¡Qué casualidad!
La Guardia Civil es mucho más que la suma de actuaciones de sus componentes; es la idea de un cuerpo de la administración, ampliamente valorado, que frente a cualquier circunstancia ha sabido sobreponer su vocación de servicio a los ciudadanos, antes que su propio beneficio.
Siempre ha sido la Guardia civil la más convencida en sacar las frutas dañadas del cesto. Y la que verdaderamente más empeño ha puesto. Y en esto no espera reconocimiento alguno: da igual el empleo, la categoría o la responsabilidad asignada al destino, pero todos los que han caído en las garras de esa “vida fácil” que propugnan quienes con poco honrosas intenciones se les han acercado, han de ser extirpados del conjunto.
No se explica ahora como nos hacemos eco, con la callada en respuesta, de esta situación: ¿quién gana con esto?, ¿a quién beneficia?, ¿es aceptable que se extienda gratuitamente un sentimiento de inquietud frente al trabajo honrado de miles de guardias civiles?, ¿alguien pretende algo más con la Institución?, ¿solo es moneda de cambio para acallar otras voces?.
Los guardias civiles que conforman esta asociación, y los miles que día a día honradamente trabajan por el ciudadano y con la pasión e inteligencia que requieren las situaciones a las que se han de enfrentar, pugnan por ver y oír qué tiene que decir quien tiene la responsabilidad de su más alta representación, cuidando a los que representa y salvando del maldecir al conjunto de los guardias civiles.
Directora… ¡es el momento de dar la cara por la Institución a la que sirve desde lo más alto de la cúspide organizativa!
Desde APROGC le planteamos la necesidad que tiene la Guardia Civil de que alguien alce la voz ya no en su defensa, sino ofreciendo realidad y transparencia, señalando a quien haya que extirpar de la organización y resaltando de una vez la fortaleza del Cuerpo, que no es otra que la suma de esfuerzos de sus integrantes. Y que de una vez por todas nos separen como Institución entregada a los ciudadanos de los vaivenes derivados de actuaciones de otros menesterosos, pertenezcan o no -coyunturalmente- a determinados partidos políticos, ya estén en órganos de gobierno, colaboren con aquellos o se posicionen en la oposición.
¡Y lo esperamos ya!
Es hora de convocar una sesión extraordinaria del Consejo de la Guardia Civil en la que, pese a no estar ahora representados, pueda dar cuantas explicaciones vea oportunas y tratar de sacar a las asociaciones y representantes de los guardias civiles de esta incómoda sensación.
Es hora ya de convocar, aun siendo una circunstancia muy extraordinaria atendiendo a la tradicional postura de la Institución, una rueda de prensa desde la que ofrecer respuestas a la sociedad a través de los medios de comunicación, con las que acallar postulados y escenarios inventados que en nada beneficia a la Guardia Civil ni a los guardias civiles.
Muchas gracias, directora. Confiamos en su pronta reacción y asunción de la más alta responsabilidad pública que ahora detenta… la salvaguarda de la Guardia Civil y de la totalidad de sus componentes frente a las acusaciones y ataques que están sufriendo.
Agradeciendo de antemano que atienda las inquietudes de las Asociaciones Profesionales, más si cabe, en estos momentos que sabemos difíciles para todos, reciba un cordial y afectuoso saludo.
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