CARTA ABIERTA AL DIRECTOR DE “EL PAÍS”

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) vela y defiende los derechos e imagen de los guardias civiles y también de la Guardia Civil. Hoy nos dirigimos a usted para mostrar nuestro malestar por una frase, la última, de su Editorial de 20 de octubre del presente año.

Su Editorial, titulado “A golpes con la democracia”, hace referencia a los incidentes causados por encapuchados en la Universidad Autónoma de Madrid, impidiendo una conferencia que iban a impartir el ex-Presidente Felipe González y el Presidente del Grupo Prisa. En el texto critican la actitud de los saboteadores, también reprochable por nuestra parte, y contraponen la actitud de líderes de Podemos con la de “La Pasionaria”, que supo compatibilizar la crítica política con el ejercicio de la libertad desde la Presidencia de las Cortes. Finaliza, con una desafortunada frase: “No pudieron hacerlo los tricornios, y no lo harán las capuchas”.Se puede quizás adivinar que se refiere usted a lo toma del Congreso del 23 de febrero de 1981, por guardias civiles, cuando emplea el término tricornios. Pero generaliza, y ahí está su ofensa.Pone usted ahora al mismo nivel los tricornios de hace 35 años, con las capuchas de hoy, y eso es injusto. Es incluso insultante que nos deje anclados, a muchos miles de guardias civiles, en unos hechos que llevaron a cabo unos pocos agentes hace más de un tercio de siglo, y que ya fueron juzgados y condenados por ello. Una acción de la que ningún guardia civil se siente orgulloso ni mínimamente identificado y cuyas consecuencias aún padecemos, sin haber participado, a la vista de su comentario.Emplea usted, quizás para darle fuerza narrativa al final de su editorial, el término genérico de tricornios como símbolo de algo negativo, algo que impide el ejercicio de la libertad; y creo que no hace falta recordarle lo que “los tricornios” han hecho en estos 35 años en defensa de las libertades y derechos de los ciudadanos de España. Ni creo que tampoco hace falta enviarle alguna fotografía de los muchos tricornios colocados encima de los ataúdes de otros muchos guardias civiles que dieron su vida para que en el Congreso se regule hoy la vida de los españoles, en paz.Señor Director, los tricornios y las capuchas solo se parecen en el color. Corrija el resto de similitudes que usted insinúa. Ni los portadores de los “sombreros” (como también se llama a esa prenda de cabeza), ni los españoles, se merecen su frase final.

Estamos seguros que sabrá usted devolvernos el orgullo y amor propio lastimados.

Gracias desde la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC).

Madrid, 24 de octubre de 2016

¡Comparte!

También te podría interesar...