El comunicado conjunto difundido ayer, 2 de febrero, firmado por algunos sindicatos policiales (CEP, UFP Y SP sobre la legítima reivindicación que las asociaciones profesionales de guardias civiles y los propios guardias civiles vienen reclamando respecto de la equiparación de las retribuciones de los miembros de la Guardia Civil con los de la Policía Nacional, merece una respuesta de esta plataforma ciudadana #NsMenos, creada por varias asociaciones representativas en el Consejo de la Guardia Civil con el único propósito de que se reconozca el esfuerzo y el trabajo de los guardias civiles al reclamar y alcanzar esa equiparación.
En primer lugar, no nos ha sorprendido ni la respuesta ni los argumentos, ya que cada vez que se ha difundido la pretensión de la equiparación salarial de la Guardia Civil con la Policía en seguida han surgido voces desde algún sindicato policial para contradecirla. Habría que preguntarse cuál es el motivo, y no vemos otro que el de querer sacar rédito sindical de esta legitima reivindicación cuando empieza a tomar forma y existen posibilidades de alcanzarla. Que a la Guardia Civil le suban el sueldo es una oportunidad de que se lo suban a ellos esgrimiendo los viejos argumentos de siempre: los pabellones y las residencias militares.
Presentan estos sindicatos un mundo idílico en el que los guardias civiles gozan de fantásticas viviendas pagadas por el Estado, vacaciones gratis, instalaciones deportivas privadas, transporte marítimo gratuito… Hay que decir a los ciudadanos que no se asombren, que esto no es así. Lamentamos que no hayan sido muchos más rigurosos en
sus afirmaciones.
Aproximadamente 1/5 parte de los guardias civiles dispone de pabellón en los acuartelamientos diseminados por la geografía española en lo que comúnmente se conoce como casas cuartel, de ahí su nombre. La mitad de esos pabellones no se encuentran en estado de habitabilidad, ubicados en bastantes casos en edificios del siglo XIX, con carencias estructurales importantes. Algunos han sido adaptados en la medida que el propio edificio permitía y los presupuestos destinados a este fin lo posibilitaban, o con aportaciones y ayudas de otros organismos como las Diputaciones o los Ayuntamientos. Estas obras de acondicionamiento son muy escasas y los propios guardias civiles han tenido que sufragar de su propio bolsillo las reformas.
También se debe saber que en muchas partes de España, la única presencia del Estado son los guardias civiles allí destinados. La inmensa mayoría de estos pabellones se encuentran en poblaciones pequeñas donde no hay ni siquiera viviendas disponibles para alquilar, carecen de muchos servicios básicos que es necesario buscar en otras localidades mayores; por ejemplo, muchos guardias civiles que ocupan esos maravillosos pabellones no pueden seguir estudios de grado o postgrado, de idiomas, ni siquiera realizar determinadas actividades deportivas. Donde no hay centro médico, pediatras, guarderías… Donde no hay institutos para sus hijos… y tienen que desplazarse, en muchos casos tampoco se dispone de transporte público.
No hay que olvidar que la presencia de la Casa Cuartel de la Guardia Civil con sus viviendas en los pequeños pueblos supone, y esa es su principal función, poner a disposición de la seguridad ciudadana un potencial de servicio humano de forma inmediata en caso de necesidad.
Los guardias civiles que no hacen uso de pabellón no perciben ningún complemento de territorialidad, como ocurre en la Policía Nacional según en qué provincias. Claro, aunque no es lo común, es cierto que también hay ejemplos de todo lo contrario, es decir, viviendas dignas.
En algún momento de la historia más reciente de la Policía esta Institución abandonó su carácter militar. Las decisiones que se toman tienen algunas consecuencias, una de ellas fue dejar de ser beneficiarios de los servicios de las FAS. Por el contrario, el carácter militar de la Guardia Civil permite hacer uso de determinados servicios de las FAS, pero siempre que exista reciprocidad por parte de los mismos servicios de la Guardia Civil hacia ellos y siempre en última preferencia con respecto a los beneficiarios directos que son los miembros de las FAS.
Sobre los descuentos en el transporte, la Guardia Civil tiene establecidos convenios de colaboración con determinadas compañías marítimas y RENFE con cargo al programa de acción social que sale de los Presupuestos Generales del estado. La Policía Nacional en concepto de Acción Social dispone de 3.063.430€ más que la Guardia Civil cuando los guardias civiles somos más, 10.000 más. Ustedes sabrán en que se los gastan.
A quien corresponda debería aclarar públicamente el motivo por el que en los presupuestos generales del Estado, lo que se destina a pagar a los policías nacionales, a acción social, a productividad (en este caso 6,5 millones de euros más) …. es sensiblemente mayor que el destinado a los mismos fines en la Guardia Civil; sensiblemente es, varios millones de euros. Y eso, aunque el catálogo, la plantilla, los efectivos, de la Guardia Civil es algo mayor que el de la Policía Nacional; algo mayor es 10.000 más.
Duele y fastidia mucho que sean tres sindicatos policiales los ofendidos porque las asociaciones de guardias civiles soliciten equiparación salarial y digan abiertamente que no saben si cobran más o no, cuando esta reclamación ha tenido un amplio respaldo a nivel ciudadano, social y político. No en vano, un grupo parlamentario (Ciudadanos) ha interpelado al Gobierno sobre este asunto y muchos diputados, incluidos algunos de las filas del partido del Gobierno, reconocen la injusticia de esta situación.
Parece incongruente que un padre pague distinto a dos hermanos, si no gemelos, sí mellizos.
Por nuestra parte, seguiremos reclamando donde corresponde que nos paguen lo que consideramos que nos merecemos, sin pedir por el contrario que otros tengan menos, al contrario.
