¿Defender derechos de guardias civiles o ataque injustificado?

Una asociación de guardias civiles que dice defender los derechos de los guardias civiles, ha difundido recientemente una nota de prensa donde denuncian unas “prácticas poco éticas” de un oficial de la Guardia Civil de la Comandancia de Cáceres.
Estas supuestas “prácticas poco éticas” se han limitado a hacer un obsequio a aquellos hoteles donde alojan a toda su unidad y han sido bien tratados, algo de agradecer especialmente después de los deleznables sucesos que hemos vivido en Cataluña, donde incluso fuimos expulsados de algunos hoteles. Señores, a eso se le llama amabilidad, un pequeño gesto de alguien que lejos de buscar ningún favor personal, solamente muestra un gesto de gratitud por el trato recibido por su unidad.
Para los guardias civiles no hay nada nuevo en esta noticia, es otro ataque de la misma asociación de siempre a un jefe de unidad por el mero hecho de serlo, lejos de que importe el motivo, lo verdaderamente importante es el acoso sistemático a cualquier mando, incluso por encima de la defensa de los guardias civiles, porque parece que se les olvida que esos jefes de unidad, también son guardias civiles.
No obstante, para los ciudadanos ajenos al mundo asociativo de la Guardia Civil, la noticia tiene otro cariz, huele a sucio, a soborno, a corrupción y a tantas otras cosas que nunca deberían asociarse con la Guardia Civil, salvo cuando somos los autores de las detenciones y registros por la comisión de estos delitos.
Estas notas “generalmente” están escritas milimétricamente, midiendo cada palabra para “engañar sin mentir”, de forma que causen el mayor daño posible en el Jefe de Unidad objetivo de su ataque, pero sin ser jurídicamente responsables de la comisión de un delito o una infracción. Decimos “generalmente” porque en ocasiones, un error de cálculo queriendo dañar más de lo posible, hace que una nota de características similares a la publicada ayer acaba con su autor en los juzgados o en el negociado de expedientes, pues aquellos que son objetivo de sus ataques también tienen derecho a la defensa de su honor, su intimidad y sus derechos civiles, como cualquier ciudadano en general y como cualquier Guardia Civil en particular.
Cuando por ese fallo de cálculo, el autor de la nota acaba con una sanción o condena, llega el momento de la “victimización”, donde difunden a los cuatro vientos que se castiga a sus representantes sistemáticamente por defender los derechos de los guardias civiles, pero nada más lejos de la realidad. ¿Quién ataca sistemáticamente a quién?.
Señores, seamos serios, dedíquense a trabajar por los derechos de los guardias civiles, como dicen que hacen y dejen de querer “criminalizar” actos que no lo son. Si hablamos de la USECIC de Cáceres, APROGC solicitó la percepción de la O2 para los componentes de la SIR cuando sean convocados, mientras su máxima preocupación ha sido que su jefe ha realizado un obsequio en aquellos hoteles donde son bien recibidos y bien tratados. Esa es la diferencia entre trabajar para mejorar las condiciones de los guardias civiles y dedicarse al acoso y derribo del jefe de unidad, por el mero hecho de serlo, esos jefes de unidad, también son Guardias Civiles y también tienen derechos que deben ser respetados.

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