Los hechos ocurridos en la localidad de Láchar (Granada), donde se han robado cinco armas cortas y 150 cartuchos de munición para estas armas, es una noticia lamentable, que nos preocupa gravemente y que nos debe hacer reflexionar sobre la seguridad de las instalaciones de la Guardia Civil y de los propios guardias civiles.
En primer lugar por la falta de personal. Desde la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) hemos venido reclamando desde hace varios años el anuncio de una oferta de empleo público que disminuya en parte la pérdida de efectivos sufrida durante los años de crisis, en los que la reposición de empleo se situó en el 10 % durante varias ofertas sucesivas.
VENIMOS RECLAMANDO UNA OFERTA DE EMPLEO PÚBLICO SUFICIENTE PARA LLENAR LOS CUARTELES.
Por otro lado, hay que fijarse en la situación de las infraestructuras e instalaciones de la Guardia Civil.
Hace pocos días, el día 7 de febrero pasado, remitimos una carta a la Secretaria de Estado de Seguridad en la que expusimos la injusta distribución de la cantidad dispuesta en un plan de mejora de las infraestructuras de seguridad.
ES NECESARIO INCREMENTAR LA CANTIDAD DESTINADA PARA LA MEJORA DE LAS INSTALACIONES QUE OCUPAN LOS GUARDIAS CIVILES, algunas centenarias, sin medidas de seguridad adecuadas a las necesidades actuales.
Por último, nuestro apoyo a los guardias civiles que han sufrido el robo de sus armas y la invasión de las instalaciones.
Y nuestro reconocimiento a los guardias civiles que están realizando la investigación; una vez más se pondrá de manifiesto la eficacia de los guardias civiles en su trabajo, con el esclarecimiento y la detención del autor o autores y su puesta a disposición judicial en breve.
