NO PODEMOS SER «LOS ÚLTIMOS DE LA VALLA»

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) es la única asociación profesional del Cuerpo que SIEMPRE ha defendido a TODOS los guardia civiles que combaten la inmigración ilegal en las vallas de Ceuta y Melilla con profesionalidad, respetando la legislación vigente y haciendo un uso adecuado y proporcional de la fuerza.

El tiempo nos va dando la razón, a pesar de no ser juristas conocemos nuestro trabajo. Se acaba de ARCHIVAR UNA DENUNCIA por supuestas ilegalidades cometidas por los guardias civiles en la aplicación del Acuerdo de Readmisión firmado con Marruecos en 1992, y es significativo el silencio cobarde que guardan ahora todos aquellos que exigían la aplicación de la ley de Extranjería para aquel que se encontrara en suelo nacional como único recurso legal y se empecinaban en criminalizar a los guardias civiles de Melilla por cumplir con su obligación en el perímetro fronterizo. El auto del Juez sobre “los kamikazes readmitidos” es tajante y deja bien claro que el Acuerdo de Readmisión es un instrumento más en la lucha contra la inmigración ilegal y es independiente de la aplicación de ley de Extranjería; también aquí la actuación de los guardias civiles fue correcta, aunque el medio de comunicación portavoz habitual de denuncias alarmistas no lo reconozca en otro alarde de ética profesional, la suya.

Aquellos que sin ninguna prueba afirmaron que no se había cumplido con los trámites legales para la readmisión de los inmigrantes, deberían explicar ahora en qué se basaron para hacer tales acusaciones y la abogacía del Estado debería querellarse contra ellos por denuncia falsa si esas acusaciones se hubieran realizado con temerario desprecio hacia la verdad. Aquellos sindicatos de policía, medios de comunicación y partidos políticos que llevan más de un año generando confusión, empeñados en decir que solo la ley de Extranjería es de aplicación, deberían rectificar públicamente ahora. Mención aparte nos merece la desafortunada actitud mantenida por los responsables de la AUGC de Melilla que, con la inestimable colaboración de un periódico local más conocido por sus errores que por su rigor profesional, en su campaña de hostigamiento al jefe de la Comandancia, llegaron a pedir su dimisión en medio de la campaña torpe y obsesiva que llevan a cabo desde el día que se les negó un trato informativo de favor. La última portada de ese diario hacía ese guardia civil (que mal andan de noticias importantes…) deja entrever, siempre de manera velada y cobarde, la eliminación de pruebas incriminatorias para los guardias civiles mediante el borrado de imágenes de un salto de valla; la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), en defensa de los intereses personales y profesionales de los guardias civiles, está en condiciones de afirmar que esas imágenes, totalmente demostrativas de la correcta actuación de los agentes, fueron puestas a disposición de las distintas autoridades, por la Comandancia de Melilla, en tiempo y forma según lo solicitado. Pedimos a ese diario local, o a sus colaboradores cómplices habituales, que interpongan una denuncia ante los tribunales si piensan que se han eliminado pruebas ilegalmente, o que dejen de hacer insinuaciones impropias de un medio de comunicación serio.

El auto de archivo de las actuaciones, deja en evidencia también a los dieciséis “super juristas” (estos sí merecen ese título para el diario de Melilla…) que se gastaron 30.250 euros de los impuestos de todos los españoles en redactar un ridículo informe en el que se afirmaba, entre otros disparates, que el acuerdo de readmisión está supeditado al cumplimiento de la ley de Extranjería… Pues ya ven ustedes, Señorías… va a ser que no; tengan ahora la decencia de comentar el auto judicial con el mismo entusiasmo mediático con el que publicitaron su inútil y caro dictamen. Desde APROGC hemos defendido siempre la legalidad de las actuaciones en frontera y nos hemos mostrado firmes partidarios de la aplicación del Acuerdo de Readmisión con Marruecos como el mejor instrumento para la eliminación de las dudas que algunos tenían respecto a la legalidad de las actuaciones de los guardias civiles en el perímetro fronterizo de Ceuta y Melilla, y una de las maneras más eficaces de luchar contra la inmigración ilegal. También hemos propuesto la adición a dicho Acuerdo de las Recomendaciones del Consejo de Europa de 1995, lo que contribuiría a que la puesta en frontera de los inmigrantes ilegales fuese más ágil y eficaz.En APROGC consideramos que Ceuta y Melilla se han convertido definitivamente en una ZONA CONFLICTIVA para los guardias civiles. Así lo pone de manifiesto la excepcional medida que tomó el Gobierno cuando hace meses reforzó la valla con 180 guardias civiles de la Agrupación de Reserva y Seguridad, medida que se mantiene en la actualidad.

Pero los guardias civiles nos hemos convertido en el objetivo interesado de aquellos que, tras los tristes acontecimientos de Tarajal en Ceuta, comenzaron a usar la inmigración como una herramienta de desgaste político pasando de ser un asunto de Estado a un arma arrojadiza contra el Gobierno. Así, los guardias civiles de Ceuta y Melilla están sometidos a una gran presión mediática, a la amenaza constante de ser denunciados por cumplir con nuestra obligación, somos agredidos por los inmigrantes resultando lesionados en numerosas ocasiones tanto en la valla como en el mar, se nos amenaza con quemarnos arrojándonos líquidos inflamables, nos arrojan piedras, nos escupen sangre, nos atropellan en los pasos fronterizos, nos golpean con todo tipo de objetos y cada una de nuestras intervenciones es mostrada posteriormente al ciudadano de una manera sesgada y oportunista poniéndose sistemáticamente en entredicho nuestra labor en el perímetro fronterizo generando en la ciudadanía una imagen monstruosa sobre nosotros.

Y parece que al final las vallas de Ceuta y Melilla son sólo nuestras, y no es así. Nos estamos quedando solos y hostigados por todos los frentes, y la moral de los componentes de la Guardia Civil de Ceuta y Melilla (desde el primero hasta el último) está empezando a flaquear. Nos podemos ser los únicos en sufrir en nuestras carnes, en nuestra profesionalidad, y en nuestra integridad legal el problema de la inmigración ilegal; no es sólo nuestro problema y no podemos ser nosotros la única solución. Nos encontramos al límite de nuestra capacidad de aguante. Sabemos la importancia del trabajo que hacemos para frenar la inmigración ilegal en Ceuta y Melilla, pero parece que somos los únicos que nos damos cuenta; o será que el resto de los que se manifiestan continuamente contra la siempre cuestionada actuación de los guardias civiles tienen otros intereses.

 

Desde la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) exigimos apoyo firme y decidido para esos guardias civiles por parte de todos los actores implicados, que en resumen es toda la sociedad e instituciones, y lo reclamamos ya, NO AGUANTAMOS MÁS!!. En caso contrario pedimos que se QUITEN LAS VALLAS que protegen las ciudades de Ceuta y Melilla de la inmigración ilegal lo que a decir de muchos sería la solución a todos los problemas. Resumimos los beneficios de SUPRIMIR las vallas de Ceuta y Melilla: los inmigrantes tendrían una vida mejor, las mafias que trafican con ellos desaparecerían, las ONG de la zona y sector podrían dedicarse a su labor original olvidando su obsesión por los guardias civiles, la policía marroquí se podría dedicar a combatir el narcotráfico habitual de esa región y el yihadismo radical, los jueces podrían perseguir delincuentes de verdad y no guardias civiles abnegados, los políticos de todo signo podrían preocuparse de lavar su maltrecha imagen en vez de lanzar eslóganes demagógicos, se crearía mucho trabajo poniendo en funcionamiento nuevos CETIS, en resumen todo ventajas. De las consecuencias posteriores deberían hablar los que solo critican y nunca aportan soluciones.

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) exige una solución satisfactoria en beneficio de los intereses personales y profesionales de los guardias civiles de Ceuta y Melilla, inclusive la SUPRESIÓN DE LAS VALLAS si no hay más remedio; pero los guardias civiles no podemos tener la sensación de estar completamente acosados y abandonados a nuestra suerte como ahora tenemos. La valla de Ceuta y Melilla no es “el problema de la Guardia Civil y los guardias civiles”, o es de todos o no lo será de nadie. No queremos ser los protagonistas de la película “Los últimos de la Valla”.

Madrid, 19 de enero de 2015

 

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