(CARTILLA DEL GUARDIA CIVIL, ARTÍCULO 5. Aprobada por Real Orden de 20 de diciembre de 1.845)
Llevamos algo más de 48 horas leyendo sobre la Guardia Civil y sus relaciones con los políticos, y apenas sacamos dos cosas en claro:
- Se ha destituido a un excelente profesional por el mero hecho de hacer su trabajo como nos han enseñado: un trabajo pulcro, leal y con la mira puesta en el bien social y en la protección de las libertades de aquellos a los que servimos. Un servicio prudente, firme y políticamente sin bajeza alguna. Y aún nadie ha dado explicaciones coherentes que sean capaces de justificar tamaña irregularidad.
- Y se ha tramitado la dimisión de su puesto presentada por otro veterano guardia civil que no ha podido encontrar justificación alguna a lo ocurrido.
No. No son hechos desconectados. La sinrazón del uno ha derivado en la grandeza del otro. El honor de estos guardias civiles ha quedado intacto. Pero en medio de esta marejada quien gana ha sido la Guardia Civil. Ha sabido hacer brillar, con letras de oro, aquellas palabras con las que inicia su Cartilla:
“El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil, debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás”
Nuestro Coronel no solo no ha perdido un ápice de honor, sino que lo ha demostrado; nuestro General ha salvado con su gesto cuanta duda hubiera podido caber y ha limpiado el escenario para que, como siempre desde hace 176 años, la vida en blanco y verde pueda continuar en su servicio a la sociedad.
No. No son hechos desconectados. Ni siquiera hechos que tengan precedentes ¿Una dimisión en la Guardia Civil?
La gallardía y altura de miras de nuestro DAO sobrepasa con creces la ligereza de los que tomaron la decisión anterior; la singularidad y firmeza de nuestro Coronel, arroja a las sombras las explicaciones con las que pretenden justificar la mediocridad y arbitrariedad en la gestión pública.
Las injerencias traídas al escenario operativo de los guardias civiles denotan nerviosismo y muy poco respeto a la independencia con la que deben actuar los agentes de la policía judicial. Y los responsables políticos sin explicar nada, aludiendo a “un proceso normal de renovación de los equipos”. Una renovación “ordinaria” un domingo por la noche y en medio de toda esta marejada.
Su decisión es la propia explicación. ¡Y punto!
Y por si la ofensa era poca para los guardias civiles, el Consejo de Ministros decide ayer aplicar una subida de sueldo pactada en 2018. No puede ser más obsceno e insultante el momento elegido, como si el honor tuviera un precio. Pues puede parecer sorprendente, pero para nosotros, no lo tiene.
Desde APROGC solo podemos añadir:
Gracias, mi coronel. Su ejemplo perdurará.
Gracias, mi general… ya dijimos ayer lo orgullosos que estamos los guardias civiles de vestir el mismo uniforme que hoy va a colgar para pasar a retiro pero que siempre llevará en el corazón.
Ambos se han ido, pero por la puerta grande. La historia de Cuerpo escribirá con letras de oro su gesto.
Al nuevo Director Adjunto Operativo, el General de División Pablo Salas Moreno, le deseamos todo el acierto posible, pues su éxito será el nuestro, y le pedimos que continúe preservando el honor del Cuerpo y su estricta neutralidad política.
