EL DINERO DE LAS SUBVENCIONES AYUDARÁ A DOS FAMILIAS

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) lo dijo alto y claro: no queremos quitar dinero público a los guardias civiles, no queremos un euro de las subvenciones concedidas para pancartas, silbatos o comidas, y lo hemos cumplido.

Solo solicitamos aquella partida económica de la que pudiéramos disponer libremente, el resto del botín que nos correspondía se lo repartieron las otras asociaciones, también aquellas que llevan años “velando por el buen uso de los fondos públicos”. Esa cantidad, pequeña para muchos pero importante para los que están necesitados, ya tiene destinatarios: dos familias de guardias civiles que pasan por apuros serios. Una guardia civil destinada en Cataluña cuyo marido resultó muerto en acto de servicio, y cuyos hijos necesitan atención psicológica, y otro guardia civil destinado en la comunidad valenciana cuyo hijo sufrió un accidente grave necesitando tratamientos curativos muy costosos y no cubiertos por el seguro. Adjuntamos los ingresos efectuados sin ofrecer datos personales.

Pocas veces nos podemos sentir más orgullosos de nuestras decisiones como miembros de una asociación profesional que vela por los intereses de los guardias civiles, la solidaridad siempre fue una seña de identidad entre los componentes del Cuerpo, lástima que aquellos que se le llena la boca de palabras huecas no sigan el mismo ejemplo que nosotros; todavía están a tiempo de corregir sus errores.
A nuestro Director le volvemos a decir lo mismo que ya le dijimos cuando acudió a nuestra asamblea anual, que no estamos de acuerdo con quitar dinero de los presupuestos destinados a la vida y trabajo de los guardias civiles, y quizás hoy sería bueno recapacitar sobre la cantidad de casos de necesidad urgente y humanitaria de los miembros del Cuerpo que se podían arreglar con 60.000 euros. Volveremos a insistir para los presupuestos del año próximo.

La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) considera que subvencionar asociaciones profesionales (igual que sindicatos) es la mejor manera para perder la independencia, a la vez que se malversan dineros que podían ser bastante mejor empleados; imposible HABLAR MÁS CLARO.

29 de enero de 2014

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