En la noche del día 17 de abril, se ha emitido en LA SEXTA televisión, una entrevista a un terrorista. La entrevista la ha realizado el controvertido periodista Jordi Evole.
Para la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), solo el hecho de que un terrorista pueda salir en un programa de televisión para ofrecernos un mitin político, echar la culpa a todos los demás de lo que ha pasado en España en cuestión de terrorismo, poner al mismo nivel al estado de derecho, a los ciudadanos, que a los asesinos, decir que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se ha pasado tanto como los asesinos, y todo eso sin pedir perdón explícitamente, darle voz a un individuo que acaba de salir de la cárcel tras cumplir condena por delitos relacionados con el terrorismo, como si fuera un dirigente político más, es deleznable.
En cualquier otro país esto no se hubiera consentido. Pero en España, sí. España es un país que goza de libertades tan amplias que se consienten estas entrevistas. Por cierto, un estado de libertades con las que los terroristas con los que ha colaborado el entrevistado han intentado acabar, a base de asesinatos, coches bombas, intentando sustituir el estado de derecho por un estado de terror.
Pero aquí en España hay quien, por la polémica, por conseguir notoriedad o audiencia, no tiene reparos en darle voz a un terrorista.
Pues no, Jordi Evole, no vale cualquier cosa. Todo eso tiene unos límites en el respeto. Y más si se debe a quienes han sufrido tanto en nuestro país, las víctimas de los terroristas, que no verán nunca más a sus seres queridos, incluidos sus hijos, que sufrirán graves secuelas físicas y psíquicas durante toda su vida.
No se sienta orgulloso de lo que ha hecho, no podrá, porque no podrá mirar a los ojos a ninguna de las víctimas y explicarles por qué lo ha hecho. Para nosotros desde luego no hay manera de justificarlo.
Le ha dado la posibilidad para que justifique lo injustificable, de poner al mismo nivel a los asesinos y a las víctimas e, incluso, de culpar a las víctimas de que fueran asesinadas, entre ellas, víctimas inocentes, como todas, pero más si cabe a las mujeres e hijos de los guardias civiles. Ya lo habían avisado, dice. Llega incluso a afirmar que hay instituciones en este país que preferirían que ETA siguiera asesinando. Se ha presentado como los conseguidores de la paz en este país. Vergonzoso, por no decir otra cosa.
Nunca se debería haber realizado esa entrevista ni mucho menos permitir que se difundiera después de oír lo que dijo.
Sobre el resto de lo dicho por el terrorista, ni un solo comentario, más porquerías no se pueden decir.
18 de abril de 2016