Orgullosos de la labor de la Guardia civil en Gibraltar

Empezamos por sentirnos orgullosos de la exquisita y profesional labor realizada cada día por los componentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil destinados en Algeciras; los mismos que interceptan embarcaciones cargadas de droga y rescatan inmigrantes provenientes de África, vigilan mercantes y petroleros que lavan sus tanques en aguas del Estrecho, salvaguardan la integridad de barcos de recreo que navegan en tan imprevisibles y peligrosas aguas, etc. Y lo hacen con una profesionalidad y exquisitez fuera de cualquier duda digna de todo elogio; APROGC los felicita públicamente.

Sin embargo, además de enfrentarse a todas estas demandas de su servicio diario deben enfrentarse también a un problema que no pueden eludir y que deriva de un conflicto diplomático sin resolver. Recientemente hemos tenido noticia de que nuestros compañeros del Servicio Marítimo han tenido un enfrentamiento con la policía de Gibraltar cuando los miembros de esta última embistieron a una de las embarcaciones de la Guardia Civil, resultando herido uno de nuestros compañeros.

La primera pregunta que uno debe hacerse es ¿por qué la policía de Gibraltar tiene embarcaciones? El tratado de Utrech, por el que se establece el status del Peñón, no admite que éste tenga aguas territoriales, siendo entonces innecesario que poseen embarcaciones, pues no tienen aguas que patrullar. La otra pregunta es ¿por qué la policía de Gibraltar arremete contra los guardias civiles que patrullan legalmente las aguas de la zona? Quizás algunas de las acciones que la Guardia Civil lleva a cabo, como la persecución de narcotraficantes y contrabandistas, sean una agresión para las autoridades de Gibraltar, y son éstas quienes deben responder a esta pregunta.

Lo que sería deseable es que la policía de Gibraltar tuviera una buena relación con la Guardia Civil, aunque parece que no es posible, a pesar de ser, en definitiva, dependientes del Reino Unido, una nación aliada de España.

Desde APROGC pedimos a nuestro Gobierno que haga las gestiones diplomáticas que sean necesarias para solucionar este problema que, además, no es la primera vez que sucede, con el fin de que la Guardia Civil pueda cumplir con su misión y a cuyos miembros a día de hoy vemos como víctimas de un conflicto que no está resuelto que impide que se preste el servicio tal y como se presta en el resto de España. Sin embargo, nuestros guardias civiles seguirán con su servicio diario, tal y como vienen haciendo hasta hoy, precisamente porque son GUARDIAS CIVILES, y eso exige cumplir, aún cuando las circunstancias no son las mejores.

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