La Ley, el correcto ejercicio de la profesión y el sentido común nos exigen a los miembros de la Guardia Civil y a sus asociaciones profesionales abstenernos de llevar a cabo actividades políticas o sindicales, y mantener la más estricta neutralidad política y sindical. Sólo a título privado, como ciudadanos corrientes y sin ningún tipo de publicidad, se nos permite alguna excepción.
Varios sindicatos nacionales han convocado movilizaciones para los próximos días 15 y 18 de diciembre para pedir al Gobierno que rectifique su política económica y laboral y garantice políticas sociales y derechos de los trabajadores. Desde nuestra asociación profesional, más allá de lo que cada uno pueda opinar al respecto, manifestamos que no podemos ni debemos hacer ningún tipo de consideración, apoyo o llamamiento al respecto de manera pública. El deber de neutralidad significa que no se puede participar de ninguna de las opciones, ni a favor ni en contra.
Si la Guardia Civil cuenta con más de 160 años de historia es en gran medida por haberse mantenido al margen de opciones y disyuntivas políticas y sindicales. La Asociación Pro Guardia Civil hará siempre gala y bandera de esa máxima recogida en nuestros textos fundacionales: la neutralidad política y sindical. Aprovechamos esta ocasión para pedir a los guardias civiles y a las asociaciones que los representen, que la asuman y respeten igualmente, acudiendo únicamente a los medios que la Ley nos permite para la representación de nuestros derechos, acrecentando así el apoyo, respeto y reconocimiento que tan consideradamente nos otorgan los españoles.
También queremos recordar que la seguridad pública en España se ha mantenido invariable desde la publicación de la Ley orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de 1986, siguiendo los preceptos de la Constitución de 1978. Alusiones a la “remilitarización” de la seguridad pública son tan ajenas al trabajo diario de los guardias civiles como al diccionario de la Real Academia de la lengua. La misma asociación profesional que viola su deber de neutralidad política y sindical apoyando las movilizaciones de sindicatos, en el mismo documento, critica al Gobierno por aplicar “reales ordenanzas militares al trabajo policial” de los guardias civiles; y por si en ese cóctel faltara algo añade la demanda de una “jornada laboral digna y en iguales condiciones que el Cuerpo Nacional de Policía”. No se puede intentar confundir a la ciudadanía que siempre apoya y quiere lo mejor para los guardias civiles como pago al reconocimiento de nuestro trabajo. La proximidad y colaboración de alguna asociación profesional con sindicatos nacionales no se ajusta al correcto funcionamiento de la Guardia Civil, y menos aún cuando se hace públicamente. Estas manifestaciones confunden a la ciudadanía, que deseando el bien de los Guardias Civiles, a los que aprecian y respetan, acepta sin más argumentos estas iniciativas que sólo buscan el interés de unos pocos.