Una antigua leyenda popular atribuye el origen del topónimo a dos gigantes que habitaban en la caldera: Tira y Jana. Jana mató a Tira de una pedrada y, al darse cuenta, en un grito de dolor se le escapó el alma por la boca y falleció, siendo enterrados ambos en el lugar conocido hasta hoy por «Sepultura del Gigante».
Muy cerca de este enclave, años más tarde se ha producido una nueva pedrada. Esta vez, por fortuna, no ha matado a nadie, pero a quienes la han lanzado se les ha escapado el alma por la boca. Es que un sindicato policial, al conocer que “sup” flamante nueva comisaría va a ser casi íntegramente utilizada por la Guardia Civil ha lanzado un grito más fuerte de lo debido y, como viene siendo tediosamente habitual cuando habla de cosas relacionadas con la Benemérita, ha conseguido perder su alma por la boca.
Este sindicato está contrariado porque suponía que los futuros inquilinos de “sup” comisaría serían ellos mismos (según, claro está, su propia interpretación), lo que les ha llevado a realizar afirmaciones tan particulares y subjetivas como que «sin despreciar la labor» de la Benemérita en su ámbito territorial, la Guardia Civil está «especializada y preparada fundamentalmente para las zonas rurales», mientras que el CNP, «por su estructura y especialización, es el Cuerpo adecuado para garantizar con eficacia» la seguridad en un núcleo urbano «tan poblado y con una problemática de delincuencia tan específica”. La verdad es que produce cosquilleo reproducir siquiera sus ignorantes palabras.
Desde la Asociación Pro Guardia Civil les damos algo de razón, no obstante. Tienen razón sobrada (los hechos de esta semana en Vizcaya así lo demuestran) para no despreciar nuestra labor. También tienen razón, como resulta cada vez más evidente a los ciudadanos españoles y a numerosísimos países miembros de la OTAN o la ONU que solicitan cada vez más nuestra presencia en Haití, Líbano, Afganistán y otros lugares con problemáticas mucho más complejas que la de San Juan de Tirajana, en que la Guardia Civil está especializada para zonas rurales; pero se equivocan al obviar que precisamente esas zonas rurales que hoy nos ocupan, muy cerca de donde Tira mató a Jana, han visto recientemente cómo se centraba allí un dispositivo de FRONTEX con proyección internacional, protagonizado por el Servicio Marítimo y la Unidad de Helicópteros de la Guardia Civil que junto a patrullas de seguridad ciudadana y de vigilancia de costas recibieron numerosas felicitaciones de la UE, igual que las recibieron, cómo no, los funcionarios del CNP que intervinieron en lo relativo a las gestiones administrativas respecto a extranjería y documentación sobre los inmigrantes. Y quizá por ello en APROGC pensamos que tendrán su representación a tal objeto en “sup” comisaría.
Por supuesto, no tienen nada de razón al olvidar que también forman parte de la Guardia Civil -les faltó decir peona y caminera- el Servicio de Protección de la Naturaleza, la Agrupación de Tráfico, la Unidad Especial de Intervención, la Unidad Central Operativa, la Unidad de Proyección Exterior, el Servicio de Montaña, los Equipos de la Mujer y el Menor, la Unidad de Subsuelo, el Servicio de Desactivación de Explosivos y Defensa NRBQ y un larguísimo etc. de Unidades que apoyarán a los guardias civiles destinados en Santa Lucía de Tirajana.
En resumen, APROGC comparte la lógica indignación que ya han puesto de manifiesto otras asociaciones profesionales de la Guardia Civil por el sentido despectivo de las afirmaciones de un sindicato policial, del mismo modo que apoyamos a todos los compañeros del Cuerpo Nacional de Policía que a diario luchan contra la delincuencia en todos sus frentes. Lo que criticamos es que los dirigentes de uno de “sup-s” sindicatos intenten primar sus intereses por medio de la descalificación del cuerpo policial del que orgullosamente formamos parte, poniendo de manifiesto una vez más un lamentable desconocimiento de la eficacia, despliegue, organización, idiosincrasia y especialización de la Guardia Civil.