Meses atrás, la Guardia civil, magníficos guardias civiles del Servicio Marítimo y de la Unidad Central Operativa, descubrieron y evitaron el expolio del tesoro de «La Mercedes» a cargo de la empresa americana Odyssey. El Juzgado de Instrucción 3 de la Línea de La Concepción inició el procedimiento judicial que termina ahora con la devolución del tesoro a España. Felicitamos desde aquí a esos anónimos guardias civiles ya que sin su trabajo España habría perdido otro tesoro de incalculable valor histórico y material.
Ayer el Juzgado de La Línea ORDENÓ al Grupo de Patrimonio Histórico de la UCO como «único competente autorizado para que asistan a todos los trámites desde el momento de la entrega a España» y les habilitó para ser los «responsables de la custodia y el traslado de los efectos judiciales (el tesoro)». Es posible que no se vaya a cumplir la orden del Juzgado.
Aquí empieza la INDIGNACIÓN personal y profesional de muchísimos guardias civiles. Y comienza una escena propia del camarote de los Hermanos Marx. Se preparan los aviones y el personal para el traslado, Cultura envía expertos y directivos, se suman periodistas, cámaras de televisión, cargos representativos, y se comunica a los guardias civiles que ya no queda sitio para ellos, cuando son los únicos que OBLIGATORIAMENTE deben ir a hacerse cargo del tesoro, que tiene la consideración de efecto judicial. Seguramente tienen que ir todos los que va a ir, pero también debe ir la Guardia Civil. Se está en camino de incumplir una orden judicial.
Los máximos responsables del Cuerpo competentes en la materia, hasta llegar al mismo Director General, no pueden permitir esa afrenta legal y moral. Desde aquí se lo solicitamos de manera disciplinada pero firme, y en defensa de los intereses profesionales y personales de los guardias civiles, además ni la Guardia Civil y ni los guardias civiles se lo merecen.
