USTED NO SABE CON QUIEN ESTÁ HABLANDO

A la Directora General de la Enseñanza de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid parece que le ha faltado un poco de ídem (educación), a la vista de su actitud cuando fue denunciada por una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico. Quizás debería mejorar la calidad de su enseñanza y, ya que tiene responsabilidad en la Consejería de Educación, creemos que su ejemplo no ha podido ser menos eficiente.

Estimada Directora, por si no se lo han explicado ya, le quisiéramos aclarar que la actuación de los guardias civiles de Tráfico que la denunciaron, a nuestro juicio, fue ejemplar y en el ámbito profesional casi impecable, por lo que más adelante le aclararemos.

Los guardias civiles, denunciaron las infracciones que observaron, como les exige la Ley. Infracciones que según el entrecomillado que aparece en el artículo de EL MUNDO (edición del 11 de marzo de 2013, pág. 41), usted misma reconoce: “enseguida me di cuenta de que tenía abierta la puerta de atrás”; “le contesté que mi marido había pedido cita para cambiarlas” –las ruedas-.

Las misiones de los guardias civiles en general, y de los de Tráfico en particular, no son fáciles ni agradables en muchos casos, pero es lo que hemos elegido voluntariamente. No crea que nos resulta satisfactorio formular denuncias; desde luego es mucho más agradable el auxilio, la ayuda al ciudadano,
se lo aseguramos.

Pero los guardias civiles, que solo pretendemos cumplir con nuestro deber, lo hacemos de la mejor forma posible y por eso se denuncian las infracciones que se observan, como ha ocurrido en su caso.

No esperamos el reconocimiento público a esta labor, es evidente que a quien le toca no le guste, aunque sepa que los guardias civiles hemos recibido felicitaciones incluso al formular denuncias. Estamos seguros que aunque usted no lo entienda ahora, en la próxima ocasión estará más atenta a no circular con la puerta abierta ni con las ruedas en mal estado. Es para su seguridad, no para nuestra satisfacción, a pesar de que últimamente se empeñen a que nos acostumbremos en leer lo contrario.

Lo que nos hubiera gustado es que una persona que tiene responsabilidad en una Administración Pública, precisamente en el área de educación, que seguramente tenga un acceso más fácil a un medio de comunicación que los guardias civiles que le denunciaron, hubiera procedido de otro modo.

Y por último, quisiéramos aclararle lo que le indicábamos antes de la actuación casi impecable de los guardias civiles. Si les insultó, como se refleja entrecomillado en el artículo, quizás deberían haber procedido a instruir diligencias por un ilícito penal por faltar al respeto y la consideración debidos a los
agentes de la autoridad.

Ya ve. No somos perfectos, pero esta imperfección seguro que no le importa tanto.

¡Comparte!

También te podría interesar...